viernes, 11 de septiembre de 2009

Reportaje especial. DOS QUISTES DE 15 CENTÍMETROS CADA UNO LE FUERON EXTIRPADOS DEL ABDOMEN A NIÑA QUE SE CONTAGIÓ DE HIDATIDOSIS CON PERROS CALLEJER




Tamara Gallardo tiene 12 años y es la segunda de 4 hermanos. Cursa séptimo básico en la Escuela E3 de Puerto Natales y hace 1 mes fue derivada de urgencia al Hospital de Punta Arenas con diagnóstico de apendicitis. Sin embargo, tras realizarle una ecografía abdominal el doctor descubrió dos quistes de 15 centímetros en su cavidad abdominal, algo inusual.

Estuvo 9 días hospitalizada y el diagnóstico definitivo fue Hidatidosis, es decir, en su cuerpo se alojan dos quistes hidatídicos contagiados presumiblemente por un perro. Por lo tanto, debía ser operada de urgencia para extraer los quistes y evitar que se diseminen otros más en su cuerpo.
Este caso de hidatidosis urbana corresponde a uno de los 6 que llegan cada año hasta el Hospital regional. El doctor José Antonio Sepúlveda, cansado de que no se dé una solución eficaz a la sobrepoblación canina en nuestra región pidió a Polar hacer un reportaje con el caso de Tamara para dar a conocer a la comunidad las graves consecuencias del contagio con esta enfermedad de la cual son portadores los perros vagos de nuestras ciudades.

Los médicos estiman que un quiste crece 2 centímetros por año, por lo que Tamara se contagió de hidatidosis hace por lo menos.

Jessica pacheco, mamá de Tamara, cree que lo más probable es que su hija se haya contagiado con perros de la calle, porque ellos no son una familia que se relacione con animales. Cuenta que cuando se enteraron de la verdadera causa del dolor de estómago de su hija se asustaron mucho.
“Cuando el doctor nos dijo lo que esto era, quistes hidatídicos, para nosotras las dos fue muy impresionante, porque el doctor nos dijo que esto no es una cosa que se va de un rato para otro sino que se iba gestando de a poco hasta provocar lo que ahora mi hija tiene”, explica Jéssica.

Tamara está hospitalizada en la Unidad Pediátrica del Hospital regional. Faltan pocas horas para que la operen y conversó con Polar.
“Yo sentía dolores en el estómago. Hubo momentos en que no podía caminar porque me sentía muy mal. Mucho dolor de estómago.
-¿Qué sentiste cuando el doctor te explicó lo que podía ser tu enfermedad?
Estuve llorando porque me dijo que si hubiese recibido un golpe en el estómago podría haber sido fatal. Fue bien fuerte lo que me dijo”.

El doctor Sepúlveda nos explicó claramente el cuadro clínico de esta niña.
“Normalmente la hidatidosis, que es una parasitosis en el ser humano es un huésped accidental, el compromiso primero es hepático, primero está comprometido el hígado y segundo el pulmón. Ella no tiene compromiso ni hepático ni pulmonar. Investigamos y no tiene nada. Esta es una localización rara de la hidatidosis”.

-¿Y qué la puede provocar?
“El bicho, el parásito. El ciclo comienza en el vacuno, en las viseras crudas de los vacunos que la gente les da de alimento a los perros. Y este bicho hace el ciclo dentro del perro y se transforma en gusano dentro del perro. Y le gusano va tirando huevos, que el perro elimina en las deposiciones. Entonces le perro se lame y los huevos quedan esparcidos en todo el pelaje y los niños acarician el perro y así se enferman”.

Tamara ya está en el pabellón a la espera de que la operen. En su intervención acompañarán al doctor Sepúlveda el cirujano infantil Juan Pablo Rider y el de adultos Francisco Berger. Además del anestesista y otros miembros del equipo médico.
Para prevenir nuevos contagios dentro de su cuerpo ella estuvo tomando durante dos semanas un remedio antiparasitario, lo que es un fuerte golpe farmacológico para trabajar sobre el parásito muerto y no correr riesgos de diseminación durante la intervención quirúrgica.
Durante las horas que duró esta operación los doctores tuvieron que trabajar arduamente para aspirar los quistes hidatídicos que estaban alojados en la cavidad abdominal de Tamara.
La intervención se realizó por laparoscopia, es decir, ingresaron a su cuerpo por un pequeño orificio del ombligo. Así se puncionaron los quistes y se aspiró lo que tenían dentro. El riesgo era evitar que el quiste se diseminara dentro de la cavidad abdominal.

Una vez finalizada la operación ingresamos a la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría para conversar con Tamara y su mamá sobre el estado de su recuperación.
Jessica agradeció a Dios y a los doctores de que todo hubiera salido bien y se mostró tranquila con los resultados.
Por su parte, el doctor José Antonio Sepúlveda quedó muy contento con el resultado de la operación de Tamara y nos advirtió sobre las lecciones que este caso de hidatidosis debe dejar en la comunidad magallánica.
“Yo creo que la lección… nos toca a nosotros vivir”

Esperamos que con este reportaje inédito tomemos conciencia sobre el grave daño que los perros callejeros pueden causar en la comunidad si nos transmiten sus enfermedades. Las consecuencias de jugar con ellos o tocarlos, como el caso de Tamara, pueden ser muy peligrosas.

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